AGUA PARA LA PAZ: NUESTRO RETO TRANSFRONTERIZO
Cada 22 de marzo el mundo focaliza su atención en proteger y conservar el recurso más preciado; en tanto, existe la necesidad apremiante de reconocer la importancia de cómo el oro líquido del planeta puede aumentar las tensiones entre comunidades y países, y precisamente este año, con motivo de esta efeméride, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha decidido motivar para crear un efecto en cascada positivo. Con el lema “Agua para la paz”, esta campaña se divisa como anillo al dedo para las circunstancias actuales de la República Dominicaagua na, en referencia a la controversia acaecida con Haití desde 2023, por el río Dajabón o Masacre, debido a que ofrece una perspectiva diferente sobre este valioso e indispensable recurso natural que atraviesa nuestra frontera. Al respecto, las aguas transfronterizas representan el 60 por ciento de los flujos de agua dulce del mundo. Por lo cual, Quisqueya tiene que superar el desafío, no solo de conocer y enfrentar la crisis de sequía, reducir inundaciones, falta de acceso al suministro de agua potable o la contaminación de esta, sino también, de lograr una gestión sostenible y transparente, enfocada en la garantía de los derechos humanos. En este contexto, surgen las interrogantes: ¿De qué se trata y cuál es la conexión entre el
y la paz?; ¿qué desencadenan estas tensiones en nuestra frontera con el vecino país? y ¿cómo podemos hacer frente a esta coyuntura y mantener nuestra integridad ambiental?
Agua y paz, ¿existe relación?
A grandes rasgos, entender el asunto agua y paz, y su estrecha conexión es ineludible. Cuando el agua escasea o está contaminada, cuando el acceso a ella o es injusta y no equitativa tiene un impacto perjudicial para la salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental.
Por consiguiente, las demandas ambientales como consecuencia del cambio climático y acciones humanas en perjuicio del medioambiente y los ecosistemas son factores que inciden directamente en el panorama social y político de los países involucrados.
El agua, en momentos de conflicto, puede ser un medio para obtener, presionar o mantener el control sobre los territorios. Citando al exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, en un artículo publicado en el marco del Decenio Internacional para la Acción “El Agua fuente de vida” 2005-2015, se lee: “A medida que la calidad del agua se degrada o la cantidad disponible de la misma tiene que satisfacer demandas cada vez mayores, la competencia entre los usuarios del agua se intensifica. En ningún lugar esta situación es más desestabilizadora que en las