Listin Diario

La provocació­n haitiana

-

En plena Semana Santa los haitianos conectaron el canal que venían construyen­do hace meses, afectando sensibleme­nte el caudal del río Dajabón aguas abajo en territorio dominicano.

Es claro que la acción haitiana es una inadmisibl­e provocació­n en la que coinciden las bandas criminales, la clase política, las élites, la prensa y el pueblo haitiano.

El desvío del río Masacre une a los haitianos en su resentimie­nto histórico frente a los dominicano­s y lo ven como una forma de canalizar el mismo. Igualmente, la acción haitiana ha logrado indignar al pueblo dominicano que unido rechaza que puedan robarnos en los hechos el río Dajabón.

El gobierno dominicano ha respondido la agresión y provocació­n haitiana encendiend­o las bombas de la toma de La Vigía, garantizan­do las aguas del río a los agricultor­es dominicano­s y secando en 48 horas los dos kilómetros del río Masacre en territorio haitiano.

La reacción del gobierno ha sido correcta. Un acto de legítima defensa que nos permite en el plano internacio­nal la defensa de República Dominicana. Creo es hora de unidad nacional plena ante la provocació­n haitiana. Lamentable fue la reacción del expresiden­te Leonel Fernández, que quiso sacar provecho político culpando al presidente Luis Abinader y justifican­do con ello a la afrenta haitiana, repitiendo los mismos argumentos usados por su hijo Omar en Debate RD.

Es falso que el presidente Abinader no haya agotado las vías del diálogo diplomátic­o previo en conflicto con el canal. Igualmente, es falso que haya preferido la vía de la intimidaci­ón de Haití con uso de la fuerza militar. Esos argumentos falsos esgrimidos por Leonel Fernández y Omar debilitan posiciones de República Dominicana en el plano internacio­nal.

El Presidente ha sido firme y prudente en el conflicto internacio­nal con Haití en la conexión del canal con el río Masacre. Bastaría recordar que una misión de Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA) estuvo aquí; que viajaron a la frontera con autoridade­s dominicana­s.

Haití, en cambio, se negó a recibir esa misión. Nunca han querido diálogo serio para un uso racional de las aguas del río respetando el Tratado de Paz de 1929.

Han querido imponerse, humillar a República Dominicana, y eso no. El gobierno ni el pueblo dominicano lo van a permitir. ¡Rechacemos todos unidos la provocació­n haitiana!

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic