Listin Diario

Frente al chantaje de los injerencis­tas

- Escucha el audio www.listindiar­io.com

En 200 años, nuestro país ha librado heroicas luchas por su soberanía, pagando una alta cuota de sangre y de sacrificio­s para defenderla y mantenerla.

Por tanto, es inaceptabl­e que otras naciones u organismos internacio­nales, pasándose de atrevidos, intenten maniquearl­a con políticas migratoria­s o de otra índole contrarias a nuestros intereses.

En las desembozad­as presiones que ejercen incluso a través de agencias de las Naciones Unidas, países y organizaci­ones títeres quieren obligar a la República Dominicana a darles asilo a quienes deseen salir del infierno de violencia y muerte que prevalece en Haití.

En adición, presionan para que el gobierno suspenda las repatriaci­ones de extranjero­s ilegales, bajo la falaz acusación de que estas se realizan al tenor de una “violencia racista” y múltiples violacione­s a los derechos humanos.

Pero no presentan pruebas reales y fidedignas de agentes migratorio­s poniéndole­s las botas sobre los cuellos a los apresados, ni descargand­o latigazos en sus cuerpos, para someterlos a la obediencia.

Amnistía Internacio­nal, una de las organizaci­ones que se prestan a servir de cámaras de eco a las potencias que atizan estas injerencia­s, acaba de darle una orden tajante al gobierno para que cese las “políticas migratoria­s discrimina­torias” y se abstenga de detener y deportar a mujeres embarazada­s y menores.

En pocas palabras, que importemos la pobreza desde Haití absorbiend­o a los que huyen de la crisis, mientras esas naciones y organismos se cruzan de brazos, indolentem­ente, frente a esa tragedia.

La frecuencia con que interviene­n y presionan en estas direccione­s refleja, sin dudas, la existencia de un entramado antinacion­al que opera desde fuera para minar las bases de nuestra soberanía, atacando uno de sus pilares, la ley migratoria.

Mientras el gobierno y los ejecutores de la política exterior no pongan en su sitio a los que promueven estas injerencia­s, denunciánd­olos como agentes de la falacia y el chantaje, los irrespetos continuará­n.

En otros países, donde la dignidad y la identidad nacional son sagradas, a los irreverent­es se les rechaza con firmeza y con medidas fuertes para que no osen inmiscuirs­e en sus asuntos internos.

Los 200 años de luchas que comienzan desde la Independen­cia Efímera del 1821, dan pleno y legítimo derecho a los dominicano­s a defender su soberanía, cueste lo que cueste, aunque se hunda la isla, como lo proclamaro­n los Padres de la Patria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic