Imagina un mundo sin chocolate, sin café y sin cerveza. ¿Ya está llegando?...
Los fondos de inversión no son los únicos a la caza de esta oportunidad; también las compañías que dominan la alimentación, como la cerealera norteamericana Cargill, que se ha anticipado a todos y, gracias a sus inversiones en el mercado londinense, ya controla grandes cantidades del cacao en bruto que se transportará desde África para procesarlo en Europa y convertirlo en el polvo, la pasta y la manteca con los que las multinacionales del sector elaborarán sus productos de confitería en los meses y años venideros. «El mercado ha entrado en ‘modo pánico’ y aún no ha tocado techo», resume Paul Joules, analista de banca.
En el mercado de futuros de Londres también se negocian los precios del café, otro producto que podría estar en peligro. Se consumen diez millones de toneladas anuales. Cultivar café exige unas condiciones muy concretas –temperaturas frescas, sombra y precipitaciones abundantes, suelos ácidos— que solo se dan en unas pocas regiones de África, América y Asia. Y podría perderse hasta el 90 por ciento de la superficie cultivada de aquí a 2050. Algunos estudios, como el de la Fundación Syngenta, señalan que la variedad arábica, la de mayor calidad, va camino de ser un artículo de lujo. Y que habrá que conformarse con variedades más resilientes, rescatar especies olvidadas y recurrir a la ingeniería genética. La producción de aguacates y anacardos, con grandes necesidades hídricas, también podría verse limitada. En resumen, seguiremos bebiendo café, pero a precios prohibitivos y no estará tan rico.
El lúpulo, amenazado por el calor
Algo parecido comienza a suceder con la cerveza. Las olas de calor en Centroeuropa han provocado que falte lúpulo para darle el sabor característico, más o menos amargo, a cada marca. Y el que hay tampoco contiene la cantidad suficiente de unas resinas llamadas ‘ácidosalfa’ para contrarrestar el dulzor de la malta. El humo de los incendios forestales también daña su delicado aroma. Estos problemas se agravarán en 2050, según un estudio publicado en Nature. Pero el problema ya está afectando a las cervezas tipo IPA, más aromáticas; la mayoría, de fabricación artesanal. Mientras que las grandes marcas, que contratan las cosechas con antelación para garantizar el sabor con el que sus consumidores se identifican, están capeando como pueden los problemas de suministro y buscan proveedores alternativos.
Cacao, café y bananas son especies vegetales en peligro porque sus cadenas de suministro se originan en países muy vulnerables al calentamiento global, la deforestación y la pérdida de biodiversidad.