‘¡Aquí mando
El belga Robert Safdie publicó recientemente
La obra ahonda la felicidad en el ambiente laboral
La historia de Fernando, un gerente de Administración en una renombrada empresa guayaquileña que fue despedido tras treinta años de trabajo, así como las peripecias que debió pasar un joven para que la empresa en la que laboraba le permitiera ir al funeral de un pariente, llevaron a Robert Safdie, un consultor empresarial, a hacer un análisis sobre la felicidad laboral.
Su obra, ‘¡Aquí mando yo!’, publicada por la editorial quiteña El Conejo, se lanzó a inicios de mes y hasta ahora ha vendido cerca de quinientos ejemplares.
“Decidí asumir el papel de abogado del diablo, y revelar fallas y deficiencias que impiden el desarrollo exitoso y armonioso de una trayectoria profesional”, dijo.
No obstante, en el transcurso de su investigación, que empezó en 2013, Safdie descubrió algo que lo inquietó; el 53 % de los trabajadores entrevistados no era feliz en su lugar de trabajo.
“Pensé que se debía principalmente al sueldo, pero eso quedó en tercer lugar. Los primeros motivos de insatisfacción eran ambiente laboral ingrato y trato irrespetuoso”, comentó el autor a EXPRESO.
En capítulos como ‘El machismo empresarial’, ‘La apología de ser jefe’, y ‘¿En qué condiciones trabaja?’, Safdie ahonda en la cultura empresarial latinoamericana, con la que tiene una experiencia de 35 años.
“En América Latina prevalece la filosofía del jefe y el subalterno, que es una tendencia obsoleta. Se basa en un estilo de gestión caracterizado por un poder único, un lineamiento que se limita a dar órdenes y que no ve al grupo de trabajo como un equipo”, comentó.
Este añade que, a nivel mundial, la disolución de este sistema no es solo un mito sino una realidad, y que son cada vez más las compañías que implementan las gerencias de la felicidad, oficinas cuyo fin es desarrollar el bienestar del equipo laboral para así mejorar rendi- miento y calidad.
Safdie señala que, en la actualidad, las empresas deben considerar un organigrama que incorpore los talentos de todo el equipo, y que sea consciente de que la labor es de beneficio mutuo.
“Una empresa no le hace un favor a alguien que contrata”. Esta actitud, indica, es el motivo por el que se dan las ‘fugas de talento’.
El libro de ochenta y dos páginas también ahonda en la actitud y la conciencia que debe tener el trabajador a la hora de enfrentarse a un ambiente laboral hostil. Para ello, comenta, se inspiró en una frase del papa Francisco.
“En su visita a México, el papa dijo: ‘Si algunos actúan con fuerza y prepotencia es porque la vulnerabilidad de otros se lo permite’. Y esto sucede porque los trabajadores temen perder su trabajo, pero a veces, en lugar de tomar decisiones difíciles, el talento humano decide esperar un poco más a ver si las cosas cambian”.
En la obra, el autor indaga en este fenómeno y motiva a los trabajadores a reorientar su carrera profesional, añadiendo que la felicidad es también una responsabilidad individual.
‘¡Aquí mando yo!’ está por empezar su segunda reimpresión. Al preguntarle si le preocupa lo que opinen los empresarios que puedan sentirse aludidos por la obra, ríe.
“No quiero que los niveles empresariales se ofendan, sino que renueven sus ideas. La fuga de talentos es lo peor que le puede pasar a una empresa, pero hay compañías que no entienden que el tiempo de la prepotencia ya pasó”.