Perú 2016: recomienzos
Fue una gratificante noticia en medio del pesado tráfico de Lima: don Jorge, el taxista que me conducía por Javier Prado hacia la Universidad Católica, me cuenta que su segunda hija se acaba de graduar de economista en esa misma universidad, con especialidad en macrofinanzas y que ha recibido en el mismo mes tres propuestas alternativas de empleo, una mejor que otra. La recién graduada ha estudiado dos semestres de su carrera en dos universidades de prestigio de los EE.UU. en intercambio académico. Y ha invitado a sus padres a festejar no solo su grado sino también la excelente posición que ha terminado por escoger en el ámbito de sus estudios. No se duerme: ya está decidiendo dónde y qué maestría estudiar en los próximos meses.
Es posible que sea un caso aislado; de cualquier modo, el salto generacional es alto. La hermana mayor vive y ejerce como profesional en los EE. UU. Estos casos son una muestra de adónde se encaminan las tendencias de futuro en el Perú: un país más igualitario pero igualmente próspero, conectado al mundo y dispuesto a asumir una dimensión regional con los países abiertos al futuro que integran la Alianza del Pacífico.
El nuevo Gobierno del Perú, que tomó posesión el día 28 de julio tiene que, entre otras tareas, hacer que casos como el de la hija de don Jorge se multipliquen y se vaya cerrando el foso existente entre sociedad y Estado “que la continuidad democrática no resolvió”, como escri- bió Diego García-Sayán en El País.
Son varias las tareas que el nuevo Gobierno asume: una de las más relevantes para la región después del fracaso de los modelos bolivarianos centrados en un Estado omnipotente y padrino a tiempo completo de la moralidad pública, como lo ha mostrado en Argentina el rostro verdadero de la “fórmula K”, es la asociación entre Estado y empresa privada y la sintonía con el mundo occidental.
Otro, de no menor importancia, es el adecuado balance del Gobierno central con los gobiernos regionales y locales. Igual la lucha contra la corrupción y la inseguridad, y la calidad de la educación.
Las buenas noticias fortalecen.
El nuevo Gobierno del Perú... tiene que, entre otras tareas, hacer que casos como el de la hija de don Jorge se multipliquen... ‘.