Unicef: La oportuna lactancia es “cuestión de vida o muerte”
Cuantifican el peligro de no dar de lactar en las primeras horas de vida
Cerca de 77 millones de bebés, uno de cada dos, no toman leche materna es sus primeras horas de vida, lo que les priva de nutrientes, anticuerpos y el contacto con la piel de la madre que son esenciales para protegerlos de las enfermedades y de la muerte, según denunció el sábado Unicef.
Esta tendencia “disminuye las posibilidades del recién nacido de sobrevivir y limita la producción de leche de la madre”, señaló en un comunicado la asesora de nutrición de la organización, Francia Bégin.
Además, según explicó el portavoz de Unicef en Ginebra, Christophe Boulierac, si se alimentase a todos los bebés solo con leche materna hasta los seis meses de edad, “se salvarían más de 800.000 vidas cada año, por lo que es una cuestión de vida o muerte”.
Según los expertos, cuanto más se retrasa la lactancia, mayor es el riesgo de que el bebé muera en el primer mes de vida. Retrasar la lactancia materna de 2 a 23 horas después del nacimiento aumenta el riesgo de morir en los primeros 28 días de vida en un 40 % y retrasarla 24 horas o más incrementa el riesgo de fallecer en un 80 %. Los bebés que no toman leche materna tienen 14 veces más probabilidades de morir que aquellos que se alimentan solo con leche materna.
“La leche materna es la primera vacuna del bebé contra las enfermedades... puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, aseveró Bégin.
En muchos países es costumbre alimentar al bebé con fórmula para lactantes, leche de vaca o agua con azúcar en los tres primeros días de vida, lo que retrasa la lactancia.