En dirección a régimen de partido único
Con la destitución de la mayoría de los diputados opositores del parlamento, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, “ha limpiado la mesa” de adversarios en todos los poderes del Estado con miras a las elecciones de noviembre, en las que busca un nuevo mandato, afirmó un analista.
El sociólogo nicaragüense y analista político Óscar Vargas dijo que ahora la comunidad internacional cuestionará el modelo político que Ortega quiere implementar en Nicaragua, el cual, según diversos sectores, es un régimen de partido único.
“Con esta operación política, el sandinismo histórico u original ha sido enterrado y nace el partido orteguista”, apuntó el analista, de tendencia sandinista. Además, Vargas tiene una hipótesis sobre esa medida y es que Ortega designará a su esposa, Rosario Murillo, como su fórmula electoral y no quiere críticas.
La Junta Directiva del Parlamento, controlada por el sandinismo, acordó el viernes destituir a 28 diputados opositores, entre titulares y suplentes. Estos respondían al liderazgo de Eduardo Montealegre, quien en junio perdió la dirección del PLI por un cuestionado fallo judicial.
La Corte Suprema le dio la dirección del partido a Pedro Reyes, un colaboracionista del Gobierno. Reyes reclamó la destitución de los 28 diputados ante el Poder Electoral porque estos no reconocieron su liderazgo.