Remanente criminal alerta a Colombia y Ecuador
Las autoridades civiles, policiales y militares intercambian información
La paz activa los protocolos de seguridad. Las cancillerías de Ecuador y Colombia intercambiaron ayer información sobre la desmovilización de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sus posibles impactos en la frontera.
La delegación colombiana que llegó a Quito fue nutrida. La encabezó la canciller, María Holguín, y el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. Junto a ellos, el comandante de las Fuerzas Armadas y los jefes de inteligencia militar y policial del vecino del norte.
¿El objetivo? Analizar los escenarios probables y las acciones que deben tomar los dos países, una vez que Colombia va a empezar a aplicar el Plan Victoria, es decir una mayor presencia del Estado en zonas que, hasta hace poco, estaban en poder de la guerrilla.
Para el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, la paz en Colombia traerá prosperidad y mejores noticias para los dos países, “pero también nuevos retos”, dijo.
Más clara, Holguín señaló que lo que más conviene para Ecuador y Colombia es permanecer unidos “porque así podemos combatir lo que quede de bandas criminales y lo que quede de crimen organizado en la frontera, ahora que empieza la desmovilización”.
Los dos funcionarios coincidieron en que el despliegue de militares y policías en la zona de frontera no es la única alter- nativa para garantizar el retorno de la seguridad.
Por eso, en los próximos días se desarrollará un gabinete binacional en el que se abordarán las alternativas para mejorar las condiciones de vida de las familias ecuatorianas y colombianas que han estado por décadas en la zona de conflicto.