La oportunidad mexicana
Desde hoy Estados Unidos tiene presidente nuevo. Donald Trump. Aún considero irreales las líneas que escribo. Pero es momento de dejar el “shock” y analizar lo que estos 4 años van a significar para nosotros. Y cuando digo nosotros me refiero a América Latina. En general no me preocupa la región, sino un país en particular: México. Aunque geográficamente pertenezca a Norteamérica, hoy más que nunca está alejado de sus vecinos. No solo por el “gran y hermoso muro” que construirá Trump (aparentemente con dinero mexicano), sino por la posible política económica que dirigirá el presidente a su vecino. Esto producto de su visión. Para Trump el libre comercio y el libre movimiento de capitales equivale a pérdida. Las empresas estadounidenses que cruzan la frontera para contratar mano de obra barata, son perjudiciales para la economía nacional. Un puesto de trabajo más en México, es un puesto de trabajo menos en Estados Unidos. Así de simple. Productos baratos importados que inundan el mercado, perjudican la producción nacional.
Desde antes de posesionarse, Trump dictaba su política económica por medio de tuits: Ford y General Motors, o regresan “or pay huge taxes”. Es desde esta lógica que quiere renegociar el Tlcan, o incluso salirse de él. Malas noticias para México, cuya economía ha crecido principalmente por esta reducción de barreras.
Veo esta situación y pienso en el juego de mi infancia: “el que se fue a Quito perdió su banquito”. El espacio vacío que deje Estados Unidos, pronto será ocupado por otro grande. China. Probablemente desde ahora aprovechará para consolidar su influencia en la región. Pasar de “un socio comercial” a “el socio comercial”. México, por otra parte, debería enfocarse en América; no en “Norteamérica”, pero en el resto de la región. Terminar de consolidar su liderazgo en América Latina (silla siempre vacía, ocupada por Brasil y Venezuela momentáneamente), para dejar de ser el “pequeño de Norteamérica” y convertirse en el grande de una región. Para enseñar que a quienes construyen puentes les va mejor que a quienes levantan paredes.