Riesgos para fauna y humanos
CIUDADELA TORRES DEL SALADO VÍA A LA COSTA CONCESIÓN MINERA EVADRIANA VI
De confirmarse la ilegalidad de la intervención, Inés Manzano, experta en Derecho Ambiental, augura que esta “explotación” minera podría afectar al bosque y a algunas especies propias del sector como el papagayo de Guayaquil o el mono aullador, entre otras. URBANIZACIÓN PORTAL AL SOL ( km 11,5) Tal y como recalcan los moradores, también considera que existe la posibilidad de que estos padezcan “daños pulmonares”, debido a la inhalación de polvo.
Un problema al que, según Jimmy Andrade, primer director de Cerro Blanco, podría sumarse la “desesta- bilización de la tierra”. Porque en el supuesto de que esta industria no utilizara el sistema apropiado, las montañas y el suelo se desnivelarían: “El área se convertiría en una zona de riesgos para las urbanizaciones y los asentamientos humanos cercanos”.
ZONA “EXPLOTADA” DENTRO DE CERRO BLANCO ( según Arcom)
Hoy, el bosque protector Cerro Blanco comprende 6.078 hectáreas. Pero las primeras 2.000 se declararon en 1989, casi tres décadas después de que comenzaran a implantarse algunas de las catorce canteras que actualmente extraen roca caliza en los alrededores de la vía a la costa.
Ahora, Cun confía en que el MAE fije una sanción económica para los dueños de la concesionaria, tal y como hizo a mediados de 2016 con quienes se habían asentado en algunos terrenos protegidos, situados cerca del kilómetro 22. Entonces, la cuantía establecida ascendió a “115.000 dólares”. Pero la entidad, matiza el biólogo, aún no ha cobrado: “Nosotros no contamos con el dinero suficiente para un proceso legal. Supongo que el MAE tendrá sus baremos, pero la cantera debería pagar por los daños ocasionados al ecosistema”.
Su labor se antoja dura y solitaria. Debe atender muchos frentes. Por un lado, en las inmediaciones de la entrada a la 8, al noroeste de Guayaquil, también se han registrado invasiones de particulares. “Espero recibir en breve el informe de ese caso”, apostilla con cierto aire de resignación.
Y, por otra parte, va a pedir al MAE que revise, como ya hizo Arcom con Evadriana VI, si otra empresa próxima está devorando el bosque a paladas.