¿Educar para qué?
EDITORIAL
Esta es una pregunta que se formulan las diferentes naciones. Todas se cuestionan lo que se debe hacer socialmente con el sistema educativo, las escuelas, los maestros, estudiantes, etc. Es una interrogante de continua contemporaneidad, planteada en distintos tiempos, lugares y circunstancias.
Toda sociedad sabe y reconoce que su sistema escolar, así como el conjunto del proceso educativo, tienen que responder ineludiblemente a sus contextos históricos. Pero además de eso, la educación tiene que estar atenta a la diversidad de necesidades y demandas, siempre cambiantes, de los distintos países. Por eso estos siempre se preguntan: ¿educar para qué? Hay respuestas variadas. Cada una lo hace desde distintas perspectivas. Para la visión econo- micista y productivista hay que educar para que los estudiantes sean en el futuro los agentes productivos que la sociedad y el país requieren. Para los tecnologistas se lo debe hacer para que los niños y jóvenes se adapten de la manera más pronta y eficientes a los usos de las nuevas tecnologías. Para los cientificistas, el sistema debe responder a la necesidad de que los educandos se adapten a la irrupción de la ciencia en la vida cotidiana. Para los moralistas, de lo que se trata es de educar para que en el futuro los individuos sean incorruptibles y no cedan a la tentación de la quiebra de los valores éticos y morales. Para los religiosos se trata de formar a las personas para que sean ciudadanos con fe y buenos creyentes. Cada segmento social tiene su posición y respuestas. Sin embargo, más allá de las visiones, argumentos y fundamentos que se exhiban, siempre la escuela, el sistema educativo y el proceso de aprendizaje tienen que estar vinculados y orientados a la vida. Esto expresa que una escuela y una educación que solo miran una perspectiva, olvidan que la existencia humana implica una pluralidad de relaciones y acciones en las que se requiere más que solo el aprendizaje escolar. Por eso la mejor respuesta a la pregunta planteada es que la enseñanzaaprendizaje para la vida moderna debe ser cambiante, y que demanda continuas reestructuraciones, readecuaciones y modificaciones en las conductas y comportamientos de las personas y de la sociedad, pero a la vez, diversos enfoques. Por eso la respuesta antigua de educar para la vida seguirá teniendo vigencia.
...más allá de las visiones, argumentosy fundamentos que se exhiban, siempre la escuela, el sistema educativo y el proceso de aprendizaje tienen que estar vinculados y orientados a la vida’.