Trump toma el mando
El magnate juró ayer en Washington como 45º presidente de Estados Unidos En su discurso prometió brindar las fronteras estadounidenses Ratificó su estilo nacionalista y populista
El populismo más agresivo y el nacionalismo más desacomplejado se instalaron ayer en la Casa Blanca. Donald Trump dio el tono a su presidencia con el mismo discurso apocalíptico y antisistema que en menos de dos años le ha llevado de ser un estrafalario constructor y showman televisivo a convertirse en el 45º presidente de Estados Unidos.
En la ceremonia inaugural, el republicano Trump arremetió contra las élites de Washington, se postuló como representante de los perdedores de la globalización y prometió colocar el eslogan América primero en el centro de sus políticas. Trump es Trump, y no cambiará como presidente.
Trump no habló en términos de izquierda y derecha, y eludió las propuestas más ideológicas, como la construcción del muro o la revocación de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama. Articuló, con su lenguaje de frases breves y eslóganes memorables, una visión que oponía el pueblo contra las élites, y la nación contra el extranjero.