La confianza debilitada
RECLAMO. Ni opositores ni oficialistas quedaron conformes con la actuación del CNE en las elecciones. El organismo se defiende y resalta la entrega de resultados
Fuego cruzado. El desenlace de la jornada electoral del domingo dejó en entredicho al Consejo Nacional Electoral (CNE) ante opositores y oficialistas. Y a la desconfianza general, se unieron ayer miembros del propio organismo.
El conteo de los votos tuvo un arranque auspicioso: más del 70 % de actas escrutadas en tres horas. El ‘brillo’ se acabó a las 20:40. Dos hechos sembraron las primeras dudas entre las organizaciones políticas opositoras.
El primero: aunque el CNE ofreció entregar resultados del conteo rápido, que organizó con respaldo de la Politécnica Nacional, al final decidió no hacerlos públicos y optó por dar cifras oficiales, pero preliminares. El presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, explicó que al existir un margen de diferencia tan bajo para definir si había o no segunda vuelta, “era irresponsable dar esos resultados”.
El segundo, que provocó la movilización ciudadana en Quito y Guayaquil, fue la caída del sistema de ingreso de actas, por casi una hora. Cuando volvió a funcionar, el flujo de datos fue lento. Hasta ayer el conteo alcanzó el 99,66 %. Cuatro días después.
Hasta entonces, los militantes de PAIS respaldaban al Consejo y celebraban la eventual victoria, en primera vuelta, de Lenín Moreno.
El panorama cambió el mar- tes. Pozo compareció en cadena nacional para informar, sin confirmar que habría balotaje, que la tendencia de votos era estable y que los resultados no iban a cambiar. Entonces faltaba ingresar el 4 % de actas.
Desde ese momento, el presidente Rafael Correa empezó a cuestionar el retraso en el conteo de votos en provincias en las que “gana y barre PAIS”, escribió en