PERISCOPIO
segunda vuelta, entre los dos binomios finalistas conducirá a los partidarios de lo lúdico a apostar en favor del dueto Lasso-Páez ya que se supone que “los siete de la fama” apoyarán, gústeles o no les guste, al binomio de CREO y SUMA. Aunque con una excepción, la del más joven de los excandidatos presidenciales, Iván Espinel, que por su parentesco con los dos hermanos Alvarado (figuras troncales del régimen) ya anunció que se uniría a la corriente gobiernista. Así, pues, se llega al final de toda una década que los de AP calificaron de... “ganada”.
embargo, según el mandatario que entregará el poder en el mes de mayo próximo, podríamos tener correísmo para largo ya que de portarse mal el “presidenciable” triunfante se aplicará, después de un año, según sus declaraciones paladinas, la tan temida “muerte cruzada” que liquidará el triunfo en la segunda vuelta. Y, por supuesto, habrá un regreso desde Bélgica para reinstalarse Rafico nuevamente en Carondelet, a lo mejor con la intención de quedarse una década o algo más, emulando a Evo Morales en Bolivia y a Daniel Ortega en Nicaragua, quienes no quieren entregar el mando “vitalicio” ni de vaina.
“suspenso a lo Hitchkock” lo aplicó en estas elecciones el CNE que sin embargo de haber prometido dar los datos completos de los escrutinios el mismo domingo 19 se demoró hasta el miércoles por la noche para informar que sí habría balotaje (una vez que Correa, por la mañana, lo anunció). Ahora el suspenso se traslada a los candidatos que se desafían a debates: Lasso invitándolo a Lenín y Glas a Páez. En el primer caso el Moreno se niega a debatir. Y en el segundo, Andrés ya aceptó el desafío y pide hora y lugar para el “encuentro”.