Cuaresma, tolerancia y gobernabilidad
La gran mayoría de los ecuatorianos somos cristianos, por eso nos identificamos con los ritos de nuestra religión. Las cenizas significan “humildad”, reconocernos con “tierra somos y a la tierra volveremos”, en un “ubícate”. Así salimos de las iglesias, orgullosos de llevar la cruz de Cristo en nuestras frentes. Sería de esperar que durante estos 40 días y 40 noches hagamos énfasis en los valores más importantes que nos enseñaron nuestras familias desde niños, para prepararnos para la Semana Santa que se avecina en abril.
Lo apasionante de esta Cuaresma es que coincide matemáticamente con la campaña electoral para elegir a quien nos liderará hacia el calvario o hacia la resurrección nacional.
Pero más que comentar sobre el punto final al cual llegaremos el dos de abril, más vale que analicemos cómo vamos a hacer este corto camino.
La tolerancia es un valor primordial para el momento que nos está tocando vivir. Es de esperar que el futuro presidente del Ecuador pueda mostrar esta virtud mediante la inclusión en su estrategia de todos los aportes positivos que le puedan ofrecer todas las corrientes políticas, y que su resultado sea un plan de gobierno que nos encamine hacia el bien común, sin odios, sin revanchismos y sin violencias. Tolerancia también es lo que nos permitirá recomponernos luego de este esfuerzo de Estado por dividirlo todo.
Bajar la agresividad y ejercitar este valor en el entorno personal, familiar, social y político podrá fomentar la creatividad, el pensamiento positivo integrador e inclusivo, encontrar las mejores ideas que nos saquen de la pro- funda crisis en la que estamos, y también dará al nuevo gobierno espacio para lograr unos acuerdos mínimos que le permitan la tan ansiada gobernabilidad.
Solo usted sabe, amigo lector, si le llegó la hora de jugarse por el futuro del país. Si no estamos dispuestos a dejar atrás la política de la división y enfrentamiento permanente, en treinta días más llegaremos al calvario; si asumimos nuestra responsabilidad, probablemente estemos a las puertas de la resurrección nacional.
Lo apasionantede estaCuaresmaes quecoincidematemáticamente conlacampaña electoral para elegir a quien nos liderará hacia el calvario o hacia la resurrección nacional’.