Atraco legalizado (de agache)
Una segunda cuestión, para nada explicada (que se suma a la de conceder beneficios a ciertos deudores vinculados, tratada en esta columna la semana pasada), que consta en el proyecto de ley sobre los llamados deudores de buena fe que se tramita con urgencia en la Asamblea, es la intención de que el Banco Central pueda, en la práctica, condonar deudas cuya garantía sea la prenda de acciones.
Se pretende que esas deudas sean negociadas en el “valor nominal” de las acciones, o “a valor cero si la compañía se encuentra inactiva, en disolución, liquidación o mantenga contingente legal”. Veamos el primer supuesto, el del valor nominal: no se requiere de mayor formación académica para entender que se abre la puerta a atracos. El patrimonio de una empresa, a más del capital (reflejado en el “valor nominal” de las acciones), incluye otras cuentas como ganancias no repartidas, reservas, etc. Negociar a valor nominal, dicho en román paladino, es regalarlas. Pero no solo eso. Aun cuando se negocie incluyéndolas (es decir, ya no a valor nominal, sino a valor patrimonial), es posible que haya otro regalo: que el valor de mercado -que es el que se usa verdaderamente en las transacciones- sea incluso mayor que el patrimonial.
Peor es el caso de que se mande a negociar a “valor cero” -regalo puro y duro- “si la compañía se encuentra inactiva, en disolución, liquidación o mantenga contingente legal”. Ninguna de esas circunstancias tiene por qué llevar a cero el valor de una empresa, que bien puede ser dueña de activos valiosos, que no pierden su valor, por ejemplo, por estar la compañía liquidándose, y menos por un muy genérico “contingente legal”. Nuevamente, puerta abierta para atracos.
A estas alturas, habiéndose presentado ya, el pasado 7 de marzo, el informe para segundo debate del proyecto de marras, todo apunta a que semejantes barbaridades se convertirán en ley.
Hay que dejar entonces apuntado el asunto, para luego revisar qué deudas -incluyendo vinculadas- se beneficiaron con este mecanismo pasado de agache.
Se pretende que el Banco Central en la práctica condone deudas garantizadas con acciones’.