El régimen se muestra al mundo
EDITORIAL
Temprano en la mañana las redes sociales invitaban al aeropuerto de Guayaquil para protestar contra el autoritarismo. Lilian Tintori había sido impedida de ingresar al Ecuador. Hasta el momento de escribir el presente editorial no se tenía una declaración oficial estableciendo las razones para ese procedimiento.
El insuceso permitía recordar la admonición del ilustre demócrata venezolano Rómulo Betancourt: “Las democracias no hablan entre sí, mientras las espadas conversan”. Aludía a la epidemia de dictaduras militares y civiles de su época. Fue parte de los mitos políticos latinoamericanos la famosa Legión Caribe, que contribuyó a crear para luchar contra ellas.
Ahora, pareciera que los regímenes de tendencia totalitaria no solo que conversan sino que actúan como la franquicia que constituyen. No únicamente en cuanto a sus formas políticas sino también en lo relacionado con algunos de sus procedimientos más aberrantes, aunque involucren, como en el caso comentado, flagrantes contradicciones.
Así, mientras que por un lado facilitan la fuga de los inculpados en delitos de corrupción, por otra impiden el ingreso de ciudadanos de visiones divergentes sobre la manera de conducir a sus pueblos.
Por lo demás, tratan de ser recíprocos. El Gobierno venezolano hace poco impidió el ingreso de legisladores ecuatorianos a su territorio. Incluso se llegó a detenerlos mientras decidían permitirles o no el libre tránsito. Ayer, el Gobierno nacional les reciprocó lo actuado.
Dada la coyuntura electoral que se vive, ello se presta a múltiples interpretaciones. ¿Quiere el Gobierno hacer demostraciones del pleno ejercicio de su autoridad para evitar nuevos incidentes donde él considera se la han faltado? ¿Quiere escarmentar evidenciando que goza del pleno ejercicio de sus poderes? ¿ O desea que la situación de Venezuela no se conozca a través de la voz de una ciudadana que experimenta en carne propia las derivas de un régimen, que se busca evitar se den en el Ecuador? Cualesquiera que fuesen los motivos, está en manos del pueblo ecuatoriano evitar que ello suceda. Hacerlo será posible entendiendo lo que está en juego, y si la clase política asume con responsabilidad su rol en la compleja coyuntura actual y las FF. AA. se mantienen ajenas al proyecto político que se busca perennizar.
SIGUEN LAS METIDAS DE MANO Contribuyendo al deterioro de la imagen nacional, ahora se ha hecho visible otra indeseable faceta autoritaria’.