Década perdida
En dos semanas Ecuador sabrá si elige otra década perdida o la cambia. Correa, que intuye se derrumba su fantasía (socialismo siglo XXI), como ocurre con quienes siguen al Foro de Sao Paulo, cuyos dictadores son pillados en corrupción, robo, peculado, crímenes y enriquecimiento ilícito, no se arriesgó como candidato. Aunque en su soberbia, arrogancia y prepotencia dice que regresará para impedir que dañen sus políticas estatistas, impuesteras, del Estado lerdo, obeso, corrupto y enredado que nos deja. Y que implosionará la burbuja del gasto público.
Lasso, en cambio, ofrece el Estado de derecho y rechaza la violencia. Correa, pide “controlar a los majaderos” que protestan en sus visitas. “O controlan a estos majaderos o los controlo yo; y se va a armar la grande ahí, porque yo me haré respetar”. Pero ya nadie lo respeta. Los cálculos de intención de voto dan resultados aparentes, como juegos de azar. Pero lo que ocurre en todo el país, donde aparece Correa o su candidato Moreno dice lo que harán los votantes. Los rechazan. Las reuniones políticas actuales (y de 5 años atrás) parecen tumultuosas. Pero los drones (robots aéreos) fotografían la verdad. Los buses interprovinciales llenos de burócratas, gente pagada y con sánduches. En la sabatina 472 Correa preguntó “¿Quién ha sido pagado para venir aquí?, por favor alce la mano”. ¡Todos alzaron la mano! Varias veces les dice que la bajen. Pero, hasta sus amigos se reían.
Reprime y persigue a sus adversarios y a periodistas, que insulta a diario. Por pedir la vigencia de libertades agrede con furia. Sataniza la libertad de expresión.
Adquiere nuevas deudas para pagar deudas (capital e intereses). Exportaciones ficticias a Venezuela con el Sucre (2009). Costo del petróleo US$ 39 y lo vende a US$ 30. Correa nada produce. Solo gasta. Los indígenas se enfrentan a chinos que explotan el Oriente. Asumió la dictadura con apariencias constitucionales y se mantiene en el poder apoyado por empresaurios, atropellando a militares y reprimiendo al pueblo que lo rechaza.