Una casa llena de recuerdos
llama mucho la atención durante la visita”, manifestó el funcionario.
En la casa se ofrece un recorrido explicativo que dura 30 minutos e inicia en la planta baja de la vivienda, que tiene apariencia de bodega (antiguamente las llamaban ‘jurón’). El espacio también está decorado con paneles ilustrativos con breves re- señas históricas de Olmedo y la que fue su residencia. La visita continúa en la planta superior, donde está la cocina, la sala, el comedor, el dormitorio y el estudio. En cada parada el turista puede observar la ambientación acorde a la fecha y con ello conocer el estilo de vida de antaño.
En el comedor resalta el guardafrío, el fogón, los utensilios de barro y la piedra para filtrar agua. Mientras que en el comedor resaltan los adornos de la época, convertidos en pura reliquia intocable para los asistentes. Ya en la sala, unos antiguos pero bien conservados muebles rojos son el contraste visual al marrón de la madera que compone toda la vivienda.
El expresidente de la Casa de la Cultura de Los Ríos, Enrique Prieto Guzmán, sostuvo que la idea de la restauración se concretó entre unas cuatro personas deseosas por buscarle una identidad al espacio vacío que había en el lugar, sin imaginar que se convertiría en un importante ícono cultural del país y el único sitio que representa la vida de Olmedo junto a su familia.