La democracia
Platón y Aristóteles definieron “monarquía” como el gobierno ejercido por una persona, “aristocracia” al gobierno de los mejores o de los menos, y “democracia” al gobierno de la multitud o de los más. Conceptualmente, la democracia es una forma de gobierno donde el “poder” lo ejerce el pueblo, mediante la participación ciudadana en las elecciones y toma de decisiones políticas por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto.
En democracia el poder radica en las funciones del Estado, que tradicionalmente han sido la Ejecutiva, Legislativa y Judicial, existiendo países que agregan dos funciones más: la Electoral y la de Participación Ciudadana y Control Social. La representación del Estado la ejerce el presidente del gobierno, que constituye el poder Ejecutivo, limitado en su accionar por los pesos y contrapesos de la democracia, que nacen de la división de poderes; diferente de los gobiernos totalitarios donde el líder del partido oficial es el presidente de la República, que controla la Asamblea Legislativa, cortes judiciales, consejos o tribunales electo- rales y los organismos de Participación Ciudadana y Control Social, a los que utiliza para designar a sus delegados como integrantes de las demás funciones del Estado y organismos de control, mediante concursos arreglados. Así, el presidente de la República se convierte en jefe supremo de todos los poderes y organismos del Estado, eliminando la división de poderes fundamentada por Montesquieu y Locke desde la Revolución francesa de 1789 y plasmada en la Constitución de Estados Unidos de 1787, para impedir el poder absoluto y los abusos de autoridad.
El líder populista, obnubilado por el poder, pretende perennizarse por sí o por su delfín, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, jefe absoluto del gobierno y de todos los poderes, funciones e instituciones del Estado, lo que lleva a una dictadura totalitaria con apariencia de democracia. Hay que meditar bien el voto para la segunda vuelta y no permitir que los vicios de la democracia formalicen el totalitarismo, para que se respeten nuestros derechos y libertades.