Federer se reinventa
El suizo comenzó la temporada en el puesto 17 del ranking y hoy es sexto. Llega al Torneo de Miami como cuarto cabeza de serie
Más allá de que el ranking le haya otorgado esta semana una ventaja más amplia como número 1 del mundo, el británico Andy Murray sabe perfectamente que, en lo que va de 2017, el hombre del circuito es Roger Federer.
Campeón en dos de los tres torneos que disputó en la temporada (un Grand Slam y un Masters 1000), el suizo volvió a deslumbrar en Indian Wells. ¿Qué cambió Federer para ser el mejor tenista del momento? O, mejor aún, ¿qué modificaciones le hizo a su tenis para convertirse en un invencible para algunos de los tops del mundo.
Muchos hablaron del cambio de raqueta. Error. El nuevo modelo Pro Staff RF97 Autograph 2017 de Wilson es idéntico al que venía utilizando, con un aro de 97 pulgadas y 340 gramos de peso, solo con la pintura diferente, por estética.
La única (gran) diferencia es que ahora Federer se anima a tirar de todos lados con una importante dosis de inconsciencia. A los 35 años, decidió golpear la pelota más adelante, de sobrepique. Para que se entienda: el jugador aficionado le pega cuando empieza a bajar; los profesionales, antes de que llegue a su punto más alto o, directamente, lo más arriba posible; y Federer, un tiempo antes que sus colegas. De esa manera enloqueció a Nadal en la paliza de los octavos de final: cuando el español quiso hacer lo de siempre ante Federer y lo que siempre lo complicó, que es imprimirle mucho top a la pelota para que pique bien alto, él siempre se le anticipó.
Hoy afronta en Miami el segundo Masters 1000 del año, como cuarto cabeza de serie. “No estoy pensando en mi edad cada día. He jugado más de 1.000 partidos en mi vida. Llevo en el circuito mucho tiempo. Ahora tomo más precauciones, duermo más, caliento más. Mientras me divierta estará bien hacer todo esto, teniendo un mínimo de éxito. Si no, no merecía la pena”, admite Federer.