Mubarak, libre 6 años después
El fallo de la Justicia pone fin al capítulo revolucionario en Egipto
El expresidente egipcio, Hosni Mubarak, fue puesto en libertad ayer, mientras varias figuras clave de la revolución de 2011 duermen aún entre rejas, murieron o se encuentran desaparecidas.
Farid al Deeb, abogado del exmandatario, anunció la salida de Mubarak del hospital militar del Cairo en el que este pasó buena parte de sus seis años de detención. Se dirigió a su residencia en el suntuoso barrio de Heliopolis, en el noreste de la ciudad.
Su liberación acaba definitivamente con las aspiraciones nacidas de una revolución que llevó al país la esperanza de un régimen más democrático, después de las tres décadas de gobierno del rais, que dirigió Egipto con mano de hierro.
Además de Mubarak, su exministro de Interior, Habib al Adly, que simboliza la tortura y los abusos del régimen, también fue absuelto de los cargos por la muerte de manifestantes durante la revuelta.
Por su lado, Alaa Abdel Fatah y Ahmed Duma, dos de los principales activistas de la revolución, siguen en prisión.
Tras destituir a su predecesor, el islamista Mohamed Morsi, en 2013, el actual presidente Abdel Fatah al Sisi, exjefe del Ejército, gobierna eliminando cualquier atisbo de oposición, religiosa o laica.
Mubarak había sido juzgado en dos grandes casos desde su salida del poder: el más grave, por incitación al asesinato durante los 18 días de revuelta, en los que unas 850 personas murieron en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Fue sentenciado a cadena perpetua en 2012, pero un tribunal de apelación ordenó un nuevo juicio dos años después donde los cargos fueron retirados y la más alta instancia de apelación del país lo absolvió el 2 de marzo.