Las dos caras de la moneda
Ecuador echa la suerte entre dos modelos de Gobierno con poquísimas coincidencias
Ambos coinciden en la necesidad de cambios. Pero difieren radicalmente en las formas. Los finalistas Guillermo Lasso (CREOSUMA) y Lenín Moreno (Alianza PAIS) prometen un país distinto al que heredarán de Rafael Correa. En el matiz está el detalle.
Lasso, consolidado en el ring de los apoyos desde el indigenismo y la izquierda democrática hasta los sindicatos obreros y la centro derecha, ha ajustado su discurso hacia un cambio con rostro humano. Promete entonces un país con la economía por delante: zonas francas de salud, educación y cultura. Pero apoyado en lo que considera un blindaje social: “atención gratuita y de calidad”.
Moreno, amarrado como único norte por el camino marcado por el partido de Gobierno que dirige su antecesor, apuesta por reconocer casi todo lo firmado por PAIS: educación, salud, seguridad y economía. Pero a cada propuesta ha debido imponerle un matiz de cambio. A la educación, mayor acceso; al desempleo, plazas que lo reduzcan; a la seguridad, reformas en la cuestionada tabla de consumo de drogas.
El rumbo que elijan los ecuatorianos, a falta de un debate que sirviera para confrontar los modelos, luego de que el oficialismo lo esquivara en distintas oportunidades, reposa entonces en las propuestas de oídos sordos que ambos candidatos han salpicado durante la segunda vuelta, en sus visitas a territorios.
En las coincidencias de fondo: ambos creen en la necesidad de reducir el tamaño del Estado, de crear empleo en una economía por lo menos deprimida, de echar mano a una Ley de Comunicación represiva, de atraer necesariamente la inversión privada, de amparar a la población con viviendas sociales, de combatir el narcotráfico desde el cambio normativo hasta la asistencia profesional, de retomar los caminos del diálogo político tras la decisión de las urnas de equilibrar la balanza, de revisar la nunca frenada carga impositiva, de mejorar las deterioradas relaciones con los principales socios comerciales del país. Cambio.
En la forma, en el estilo más o menos respetuoso para las libertades civiles y la recuperación de la institucionalidad contra una corrupción generalizada, allí radicará la diferencia entre un Gobierno y otro.