“Ahora o nunca, el inconsciente político no va más”
de una década de garrafales desaciertos, millonarios despilfarros, de una inmensa deuda externa e interna, de mentiras, persecución y cárcel para quienes piensan diferente, de una inaudita concentración de todos los poderes del estado, limitada opinión pública, de una rampante corrupción a todo nivel, de la mofa, la risa sarcástica, el insulto, la patanería y los apodos a quienes demuestran tener más capacidad que los sumisos populistas como nunca en la historia del Ecuador, el circo social llega a su final. La gente ha dicho, no va más, los caprichos del ungido tienen un final tragicómico, un país destrozado en la economía, la política, la familia, la sociedad, la fraternidad y el desprestigio internacional es el resultado, si a esto sumamos el fallido intento de “diálogo” que no se cumplió ante la incapacidad de sus mentores y retadores por el solo hecho de pedirles hablar de beneficiados o contratos con el sector público, empresas o fundaciones donde se tenga participación accionaria, hablar del comercio internacional, del petróleo ecuatoriano y de los contratos con Odebrecht; el susto fue grande y la respuesta inmediata, huyeron de su propio debate. Los ecuatorianos hemos soportado una década de cultura que se ha mantenido inmadura a través de un especie de plaga emocional que ha interferido en el desarrollo personal de la gente impidiendo expresar plenamente sus potencialidades. Ahora o nunca el inconsciente político no va más.
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel Quito