Abrazó a su hijo antes de recibir tres balazos
El asesino le advirtió a la víctima que suelte al niño o también se lo llevaba
Antes de las 20:45 del lunes, Carlos Vicente Gunshas Bajaña observaba a su hijo de 4 años pedalear la bicicleta, en el portal de su inmueble ubicado en las calles Medardo Ángel Silva, entre la 20 y la 21 (suroeste de Guayaquil). Minutos des- pués, el niño le habría pedido una golosina. De regreso a casa, la muerte se cruzó en el camino del comerciante de 22 años.
A escasos tres metros de la casa, dos hombres a bordo de una motocicleta negra con plomo se parquearon en la esquina. Uno de ellos bajó, se acercó a su ‘blanco’ y le propinó tres tiros en el tórax. “El chico caminaba con el niño de la mano y cuando lo apuntaron lo tomó en brazos y lo apretó a su pecho”, relató un vecino.
El asesino le habría gritado a Gunshas “suelta al bebé o me lo llevo”. El padre, atemorizado, bajó al pequeño al piso, enseguida recibió los tiros.
El menor comenzó a gritar y a pedir auxilio, mientras que el conductor de la moto aceleró la marcha, dejando abandonado a su compinche, quien tuvo que correr una cuadra para embar- carse y huir.
Julissa Cuto, madre del menor, quien habita a poca distancia de la escena, relató que se estremeció cuando su vástago se lanzó a sus brazos para decirle “¡Mamita, mamita, mataron a mi papi!”.
Familiares retiraron del lugar al menor, mientras que el baleado fue embarcado en un taxi para trasladarlo a un hospital, pero falleció en el trayecto.