Ochoa ofrece ahora dialogar sobre la Ley de Comunicación
La propuesta de apertura viene después de la cita con el presidente electo Hay consenso para reformar la norma en la oposición, el oficialismo y otros frentes
TYodos abordaron el barco de las reformas. Es lo primero en lo que hay consenso sobre el futuro de la Ley de Comunicación, incluso en el superintendente de la Información, Carlos Ochoa, quien ayer extendió la mano a los medios de comunicación para dialogar sobre los cambios, luego de una primera cita con el presidente electo, Lenín Moreno.
Es más, lanzó algunas probables reformas en el camino a reducir el marco punitivo de la ley. Habló de que las multas sean de 1 a 10 salarios mínimos o de 1 al 10 % de la facturación promedio para determinadas infracciones. ción barajan algunas modificaciones, principalmente, para reducir el carácter sancionador de la ley, el papel de juez y parte de la Superintendencia de Comunicación, aclarar el concepto de información pública relevante, la repartición de las frecuencias y más. Luis Fernando Torres, asambleísta reelecto del Partido Social Cristiano - Tiempo de Cambio, cree que las reformas serán posibles siempre que Moreno envíe señales claras de cambio. De momento, a criterio del legislador, ha visto esas señales que espera sean acogidas por el bloque de PAIS.
Pese a no tener representación legislativa, el movimiento Centro Democrático Nacional es el receptor de varias propuestas de reformas a la ley planteadas por representantes de medios, gremios, actores políticos y más.
Los cambios van en tres ejes: mayor diálogo con el Estado, reducción del esquema punitivo y el tratamiento de la responsabilidad de los medios públicos, privados y comunitarios. Pavel Robles, asesor jurídico de la organización, adelantó que antes de la posesión de Moreno aspira a entregarle un primer borrador de proyecto de reformas a la ley.
La discusión se reduce a los votos. Y para el bloque que los tiene en mayoría, esta reforma no es prioritaria. El legislador reelecto de PAIS, Bairon Valle, reconoce que el tema aún no es analizado. Prefiere no adelantar cambios, pero sí los que no están dispuestos a negociar: la comunicación es un servicio público, y que los medios y periodistas asuman la responsabilidad de lo que publican.