Un deslave en la zona norte de Cuenca dejó sin agua potable a 17 mil personas
Desde el domingo se lleva ayuda en tanqueros para los afectados
Con baldes, ollas y otros recipientes, unas 17 mil personas se abastecen del agua potable que les proveen tanqueros del Cuerpo de Bomberos y la empresa municipal Etapa. Son los habitantes de Racar (parroquias de Sinincay y Miraflores, en la zona norte de Cuenca) que la tarde del domingo quedaron sin el servicio del líquido vital, por un deslizamiento que dañó la tubería de conducción de la planta de potabilización de San Pedro.
Iván Palacios, gerente de la Empresa Municipal de Agua Potable Etapa, anunció que recién la tarde de hoy podría irse normalizando el servicio de agua potable a los domicilios de la zona afectada.
Hasta tanto, la emergencia continúa. La reposición de la tubería se ejecuta en horario ininterrumpido, anotó Palacios al explicar que se trata de un deslizamiento de 40 metros de largo por ocho metros de ancho, que arrastró las tuberías tanto de agua potable como de alcantarillado.
La vía de acceso a Racar también se afectó por el fenómeno natural, y los habitantes de la zona deben utilizar la carretera alterna Sinincay-Miraflores para poder trasladarse al centro de Cuenca. Técnicos de la Prefectura del Azuay, en coordinación con el área de Gestión de Riesgos de la Municipalidad de Cuenca, improvisan un paso peatonal para reducir el aislamiento entre las zonas separadas por el derrumbe.
La reparación de la vía tardará unas dos semanas, dijo de su lado Marcelo Cornejo, técnico de la Prefectura del Azuay, encargada de ejecutar los trabajos de rehabilitación.