El periplo presidencial
El presidente electo ha iniciado su gira internacional visitando en Colombia a su colega, el presidente Santos, entrevista durante la cual Moreno ratificó su decisión de ayudar a que la paz completa con la inclusión del ELN, cristalice en un acuerdo entre la guerrilla y el gobierno colombiano.
Realmente esta visita se limitó a una entrevista con Santos y a esa promesa, a no ser que se hayan producido otros hechos y otras declaraciones que todavía no se han publicado y no se hayan logrado las entrevistas que los medios de comunicación de Colombia tenían previstas con el magistrado ecuatoriano, que debía atender también compromisos preestablecidos con el Perú.
Las relaciones bilaterales con los dos países fronterizos han marchado adecuadamente. Con el Perú, luego de los llamados acuerdos de paz que suscribieron los presidentes Mahuad y Fujimori, y con Colombia, después de superado el grave “impasse” derivado de los hechos de Angostura. Pero en ambos países hay problemas que atender y con premura. Con Colombia, el narcotráfico, que ha convertido al Ecuador en país de tránsito de la droga, además de la violencia que ya se empieza a sentir con la disidencia armada de las FARC, cerca y en la misma frontera de los dos países. En Perú, el problema superado con esos acuerdos ha dejado pendientes los temas que tienen que ver con las asignaciones para el desarrollo de los pueblos fronterizos y otros asuntos que no se han cumplido a pesar del largo tiempo transcurrido.
Las relaciones en las nacio-
ConColombia, el narcotráfico, que ha convertido al Ecuadorenpaís de tránsito de la droga,ademásde la violencia que yaseempiezaa sentir con la disidenciaarmadade lasFARC,cercay enlamismafrontera...’.