“Ni en las iglesias la gente puede estar tranquila por la delincuencia”
religiosidad para los creyentes, independiente de la religión que profesan, es un tema de importancia y respeto pero no lo es para quienes debido a intereses propios desconocen – momentáneamente o de forma definitiva - la línea divisoria que marca el “hasta aquí llegué” para la ejecución de cualquier actividad. En Rusia fue condenado un bloguero a tres años y medio de prisión por cazar pokemones en una iglesia y difundirlo en un video en internet.
En Ecuador también están cazando dentro de las iglesias y no precisamenten pokemones sino las pertenencias de los feligreses que entran a orar o asistente a misa, de lo cual se da testimonio el cartel pegado deba- jo y al costado de las imágenes de San Juan Pablo II y Niño del Remedio respectivamente en la iglesia San Francisco. El texto del aviso dice: “Atención: Esté pendiente de sus bolsillos y carteras, mientras usted ora alguien puede meter mano a sus pertenencias”. Este hecho es un click de la psiquis de la delincuencia actual, antes no efectuaban actividades dentro de iglesias ni con los habitantes del vecindario, hoy su lema es “todos marchan” la excepción no existe. No acudir a la casa de Dios por temor a ellos o remover los avisos para no causar pánico no es la solución, sino “estar alertas”.
Ing. Isabel de Cordovez