El pánico de Correa
En 6 días Correa se va (¿?). Su jaguar: un fiasco. Década perdida, pero, para él, década ganada. Al creerse “jefe del Estado” se declaró dictador. Destruyó la democracia. Fue ingeniero, legislador, juez, abogado. Sin prudencia jurídica impuso su voluntad omnímoda y sus “criterios procesales”, hasta en el Derecho Penal. Violó el debido proceso, el “iter criminis”, el “corpus criminis”, el tipo del delito, la “ratio juris”, la presunción de inocencia, el “indubio pro reo”, “crime scena” y la hermenéutica. Atropelló la cosa juzgada y al “non bis in ídem”. Subordinó a jueces y fiscales. El soborno es “pago por servicios entre privados”. Acusó a la Fiscalía de información falsa.
Se autoimplicó en encubrimientos. Juzgó, absolvió o condenó a imputados. Persiguió, insultó y agredió. Generó odio. Antes de irse, resuelve que lo protejan 40 guardaespaldas. Pánico de caminar solo por el mundo. Increíble, si es el mejor y más querido.
Los dictadores pretenden saber qué les conviene a los demás. Evaden normas generales de conducta justa y abstracta. E imponen, a su arbitrio, “directrices” que derivan en tiranía. Todos tenemos derecho a la vida, libertad y propiedad. El ser jefe del gobierno no es poder absoluto.
La libertad, no es una ideología. Es propiedad de cada uno, pero con normas de conducta recíprocas y limitaciones propias. Frena las dictaduras.
Deja al fisco quebrado e incertidumbres con el dólar por “emisión inorgánica”. “Eliminaré las salvaguardias arancelarias en los primeros días de mi gobierno”. (Lenín). Pero, Correa solicitará a la CAN salvaguardias cambiarias (Long). Y su Asamblea sorprende a 16 países al romper convenios para Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (TBI). ¿Y la UE...?
Ha dictado decretos que Lenín no comparte. Lenín dijo: “Sanción sí, cárcel sí, a todos los corruptos, a los de ayer y a los de ahora”. “Respetaré la independencia de poderes”.
Su desafío: pagar gigantescos pasivos. Recibe una “agenda de trabajo de cumplimiento obligatorio”. ¿Aceptará Lenín?