El Miraflores de los años cincuenta, cuadro a cuadro
Alumnos de la Universidad Casa Grande narran la historia del barrio en un filme Moradores compartieron sus recuerdos
Y Cuando conduce por la calle principal de Miraflores, Antonio Rosero deja de ser un hombre de tupida barba, y vuelve a ser un niño.
El barrio al que llegó en los años sesenta, no es igual al de sus recuerdos, pero al recorrerlo, el ingeniero civil aún encuentra vestigios de su infancia; las calles compactadas, el terreno baldío donde jugaba béisbol con sus amigos, incluso el árbol que plantó a los ocho años, aún están ahí.
A María Luisa Jiménez aún la sorprende la larga hilera de negocios que cubre la ciudadela de inicio a fin. Cuando arribó, en 1957, solo había tres casas y nadie podía imaginar cómo el sitio florecería y cambiaría. Hoy a sus 85, ve pocos vestigios del barrio que conoció en su juventud.