En el sur, los crímenes van con dedicatoria
Cansado de los controles metropolitanos, Galencio Esmeraldas decidió crucificarse a un madero, desde donde pedía a gritos que le dejen vender cocos. La escena se desarrolló pasada las dos de la tarde de ayer, a la altura del sector de Tres Boca, en la vía Perimetral. Tras un diálogo, personal de la Policía y del Cuerpo de Bomberos lo bajaron de su cruz.
Según la Policía, los homicidios estarían más vinculados a las venganzas que a robos El microtráfico crea focos de violencia
pecialmente los que asaltan y hurtan. Algunos de los que ya cometen otros (delitos) más violentos suelen venir de sectores aledaños o del norte para que los testigos no los reconoz-