Crasos absurdos
Un código es un conjunto de normas y procedimientos que procura normatizar, regular y controlar una determinada actividad. En este caso, tenemos “ad portas” la promulgación de un Código Orgánico de Salud, estructurado con graves errores, tanto descriptivos como conceptuales, que desdicen del aparente nivel en el que fue concebido, al evidenciarse una falta de asesoría en su estructura y en el propósito que tenía de influenciar en lo relacionado en materia de salud.
El párrafo 3 del art. 57 detalla que en caso de emergencias, el médico estará facultado a realizar procedimientos que superen su formación académica; sin embargo, en la justicia ordinaria se están ventilando 3 casos en donde se entregaron por salvar una vida y ahora son enjuiciados al haber ejecutado acciones “sin ser especialistas”.
El art. 63 especifica que solo los establecimientos de salud pública que determine la Autoridad Sanitaria Nacional contratarán seguros de vida para sus profesionales y personal de salud; cuando en realidad, deberían en forma obligatoria estar protegidos con segu- ros de vida y de salud, todos aquellos que laboren a nivel sanitario.
El capítulo 2, art. 114 y acápite 3 señala las enfermedades trasmitidas por alimentos. Gramaticalmente debió escribirse transmitidas; por otra parte, no hay enfermedades transmitidas por alimentos, toda vez que la zanahoria o la yuca no serían capaces de transmitir la varicela o la rubéola. El punto 3 debió indicar: enfermedades transmitidas por contaminación de alimentos.
Monstruosamente, el capítulo 2, art. 262 señala: leche materna y sucedáneos de la leche materna. Me permito informar a la Asamblea que de acuerdo a la última clasificación de la Sociedad de Alimentación no existen fórmulas sucedáneas de la leche materna, es decir similares o parecidas a esta, las que deben describirse como productos lácteos para la alimentación infantil.
Complejos y frustraciones impidieron que el proyecto del código fuese entregado a los ex ministros de Salud, que con buena voluntad y patriotismo podíamos haber aportado con nuestro criterio.
Y sigo andando…