Lenín y su primer mensaje
Lenín Moreno asumió la Presidencia de la República el 24 de mayo, ante una gran expectativa nacional. En el acto de posesión de su alta investidura, con la presencia de algunos presidentes de América y de invitados especiales, dirigió su primer mensaje al país. Este mensaje, que fue escuchado con atención porque se quería conocer cuál será su política de gobierno, tiene aspectos importantes dignos de analizarse. En primer lugar ratificó su propósito de mantener permanentemente un diálogo nacional, como una vía para encontrar fórmulas de solución a los distintos problemas del Ecuador. Expresó que ese diálogo tiene que ser de ida y vuelta, es decir que las partes deben buscar los objetivos que se persiguen con sentido de país. En medio de los aplausos de los asistentes dijo que en su gobierno no habrá sabatinas.
El país esperaba su criterio respecto al fortalecimiento del dólar. Fue categórico cuando expresó que el Ecuador no saldrá de la dolarización. Este es un anuncio que da tranquilidad a la economía nacional. Como consecuencia del diálogo al que se refirió, se comprometió a consultarle al pueblo todos los actos que sean trascendentales para que no sea solo la voluntad del gobernante la que los decida. Fue enfático indicar, cuando se refirió a la corrupción, que aplicará cirugía mayor a la de ayer, a la de ahora y a la de mañana, y que espera la lista de Odebrecht para que pueda actuarse por parte de la justicia, con sanciones y no con impunidad.
Un punto importante de su intervención fue cuando dijo que el odio hace más mal al que lo profesa y lo practica. Y que así como
El país esperaba su criterio respecto al fortalecimiento del dólar. Fue categórico cuando expresó que el Ecuador no saldrá de la dolarización’.