LAS FRASES
Sonpocoslosque quedanperosebusca impulsarqueotrosse interesenenaprenderel artedetocarlos instrumentos. tancia que merecen a estas personas, tan imprescindibles y humildes que llevan el ritmo de las fiestas tradicionales”, dijo Velasteguí.
César Tercero enseñó a su hijo para que el legado continúe. Los dos son de Salcedo y en cada presentación realizan un tipo de ritual en kichwa y español para resaltar lo que hacen. Noshandonado tamboresparaque jóvenes se interesen enaprenderaentonarlos elementospropios de nuestra serranía.
César Tercero (hijo) entona los dos instrumentos y reconoce que no le fue fácil aprender.
Jimmy Villacís de 40 años, y José Chiliquinga de 59, también de Salcedo (Cotopaxi) aseguran que pocos se interesan en aprender a entonar estos instrumentos ancestrales.
José Jiménez, lamenta que en San Andrés, Píllaro, ya no tengan a estos personajes y pa- Estos músicos sabios o mamas quedan pocos, quienes luchan por sobrevivir en la era de la competitividad. ra el rescate de la tradición impulsan la escuela de pingulleros y tamboneros.
Son costumbres que lamentablemente se pierden con el tiempo”, aseguró Jiménez.
“Pensábamos que se había perdido la tradición de estos músicos ancestrales pero en la búsqueda nos encontramos con un pingullero y un tambonero que representan a Saqui- silí. Queremos fomentar el legado”, menciona José Venegas, director de Cultura Municipal.
Por su parte, Diana Mesías, directora de Cultura Municipal de Píllaro, sostuvo que dan el apoyo para incentivar a que se mantenga la cultura e historia ancestral del cantón.
José Venegas, director de Cultura Municipal.
En Calchivana Grande, Quisapincha, también se resisten a perder la tradición. Segundo Chagmana y Segundo Pedro Quinatoa son los músicos del pueblo y aseguran que pese a que han intentado enseñar a los jóvenes, muy pocos se interesan en aprender.
Autoridades de Pillaroy, Saquisilí, incentivan a los pequeños jóvenes promocionando talleres vacacionales para que no se pierda el legado ancestral.