El primer ministro iraquí proclama la victoria en Mosul
La reconquista de esta ciudad no supone el fin de la guerra contra el EI
El primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, llegó ayer a Mosul para felicitar a las fuerzas armadas por su “victoria” sobre Estado Islámico, tras ocho meses de combates intraurbanos, poniendo fin a tres años del férreo control yihadista en la ciudad.
La larga batalla dejó gran parte de la ciudad en ruinas y causó la muerte de miles de civiles y el desplazamiento de casi un millón de personas.
“El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas (primer ministro) Haider al-Abadi llegó a la ciudad liberada de Mosul y felicitó a los heroicos combatientes y al pueblo iraquí por la gran victoria”, dijo su oficina en un comunicado.
Sin embargo, no parece que la batalla haya terminado completamente, pues en la tarde de ayer todavía se podían escuchar disparos y bombardeos en la ciudad.
El Estado Islámico prometió el sábado luchar “hasta la muerte”, pero ayer sus militantes se lanzaron al río Tigris para huir del campo de batalla.
El portavoz militar iraquí, el general de brigada Yahya Rasool, dijo ayer a la televisión estatal que las fuerzas de seguridad mataron a 30 militantes que intentaban escapar nadando a través del Tigris.
La batalla también causó muchas víctimas entre las filas de las fuerzas de seguridad iraquíes. El Gobierno iraquí no revela cifras de víctimas, pero según datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos presentados en una petición de financiación, el servicio antiterrorista que ha encabezado la lucha en Mosul, perdió el 40 por ciento de sus soldados.