Hacia una democracia
Una mirada atenta al escenario político nos permite visualizar en él dos planos. El primero, y hasta ahora el más notorio, contiene los acontecimientos que la prensa difunde: lo del contralor removido, la posibilidad de un juicio político al vicepresidente, el comportamiento del bloque legislativo de Alianza PAIS, la repetición de algunos nombres impresentables en altos cargos públicos, etc. El segundo, que aún se mantiene por debajo de la superficie, pero que empieza a dar señales de una fuerza creciente, está integrado por un conjunto de demandas sociales y ciudadanas que, sin ninguna duda, equivalen a por lo menos un setenta por ciento de la opinión pública. Esta realidad, que debe ser entendida en perspectiva, significa que por un lado se mantienen aún las presiones de los intereses correístas en la dinámica gubernamental y, por otro, la progresiva presión popular que abarca las aspiraciones nacionales frente a un comportamiento oficial, hasta ahora, encerrado en complicaciones y demoras.
Se trata de una realidad que, de mantenerse, puede poner en peligro la ejecución de los cambios profundos que el Ecuador espera. La democratización institucional es uno de ellos, y para que se dé, hace falta una decidida voluntad del Ejecutivo para impulsarla. Arribar a metas, en esa línea, implica que se reestructure el aparato estatal, que desaparezca o cambie de manera fundamental el mecanismo para su conformación (nos referimos específicamente a las instancias electoral y a la de participación ciudadana y control social), que no exista por encima de la Corte Nacional de Justicia ningún organismo que la someta o anule, que la Corte Constitucional deje de ser un ente con mayores facultades que la Asamblea Legislativa, que se den las reformas normativas necesarias para garantizar el respeto integral a los derechos humanos, y que se otorgue a los órganos de control, como la Contraloría General, todo el reconocimiento y apoyo, a fin de que se conozcan los detalles y responsabilidades de los hechos de corrupción.