La FAO aboga por los pequeños pescadores
El sector pesquero del país develará su realidad ante el organismo internacional Buscan cambios en la Ley de Pesca
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió garantizar los derechos de las comunidades de pescadores en pequeña escala, en asuntos como la tenencia de los recursos marinos, el trabajo y una paga decente o la igualdad de género.
Desde que en 2014 los países de la FAO aprobaran las directrices voluntarias para la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza, esta agencia ha estado impulsando su aplicación a nivel global, regional y local.
La experta de la organización Nicole Franz explicó que la implementación de esas normas debe ir “más allá de la gestión de la pesca”. Recordó que dichas directrices están basadas en un enfoque de derechos humanos y destacó el necesario reconocimiento de los derechos comunales en el acceso a los recursos y el principio de participación, ya que “cualquier decisión debe tomarse con las pequeñas comunidades de pescadores porque conocen mejor sus proble- mas y necesidades”.
Fomentando esa práctica, mañana las autoridades de la FAO tienen previsto reunirse en Guayaquil con representantes de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Ecuador (Fenacopec). El objetivo es palpar de cerca la situación del mercado, donde operan 120.000 pescadores artesanales. Gabriela Cruz, presidenta del gremio, sostuvo que solicitarán el acompañamiento del organismo para formular los pedidos de reformas que buscan incluir en la próxima Ley de Pesca. Una de ellas es la de pedir que se amplíe de 8 a 12 las millas náuticas para poder pescar. “No solo pelea- mos por tener más área, sino por el acceso a recursos marinos. De qué me sirve que me den crédito si no hay qué capturar”, dijo.
Según la FAO, millones de personas trabajan en la pesca artesanal y dependen de esa activi- dad para vivir, aunque sus intereses pueden entrar en conflicto con los de las grandes flotas, aliadas de los países que les venden los derechos de explotación de sus aguas para obtener el máximo beneficio económico.
A nivel regional, este organismo está colaborando con diversas organizaciones como el Parlamento Latinoamericano (Parlatino), que ha elaborado una ley modelo de pesca artesanal que permita a cada país de la región adaptar sus respectivas políticas y leyes.
Mediante talleres y seminarios, la ONU está difundiendo el contenido de las directrices voluntarias.