Queremos ver sangre
Cuando creíamos que nuestra Elliot Ness criolla era ya candidata presidencial, vemos que blindó a Glas haciéndolo cómplice, con una pena que no llega ni a 2 años. No pues. ¿Qué pasó? Ahí es donde nos entra la duda expresada en el #NoTeCreoLenin. Grave. No solo porque queremos seguir creyendo en el presidente como lo demuestran las encuestas, sino porque toda sociedad tiene el derecho de confiar en sus autoridades. Cumplidos los 100 días de amor y paz, la gente ya no cree en el pendejómetro. Si nos dan circo (como la ley contra la violencia de género) tiene que ser del bueno. Y si volvimos a la era del circo romano, queremos sangre. Eso es “que se vayan todos”. Desde la tracalada de gladiadores que -luego de impedir que el contralor audite el atraco de la deuda chaulafán- se fue a arrullar al insomne belga para que deje de tuitear de madrugada, hasta los chicos del Consejo de Participación y sus concursos truchos. Pero ya, presi. De una. Fuera todos. Verá, le digo cómo: todos, incluyendo CNE, fiscal etc. fueron designados por el CPCCS. Pero la ley del CPCCS no tiene exposición de motivos. El art. 136 dice que si no la tiene “no se tramitará”. Y el 424 dice que todo lo que viola la Constitución carece de eficacia jurídica. Es decir, que no produce efecto alguno. Tonces, todas las designaciones hechas por el Consejo trucho no existen. Y ellos tampoco, gracias a la nulidad de la ley que los crea. Mándelos a la casa, presi. Y no es opcional. El art. 147 de la Constitución lo obliga no solo a cumplir, sino a “hacer cumplir la Constitución”. Un estadista sabe interpretar las demandas ciudadanas en el momento oportuno. Y eso es ahora. Y como a los borregos no puede botarlos, suspéndalos con la convocatoria a Constituyente. En vez de fiscalizar, impidieron las comparecencias de Richard Espinosa (IESS), Jalkh (CJ), Bernal (Reconstrucción Manabí) y del ministro por lo de la refinería de Esmeraldas, donde gastaron 200 millones ...¡en cursos de inglés, presidente! Y en medio de semejantes trapacerías, la tracalada de sapos...se va de rumba a la belga patria.