Aclaraciones
La deuda del Ecuador, tanto interna como externa, debe publicitarse en los medios escritos del país para conocerla en detalle, toda vez que seremos nosotros quienes tendremos que pagarla.
Debe con urgencia publicarse cada uno de los préstamos y el tipo de financiación, y una vez conocidos, exigir a las autoridades financieras que se sienten a renegociarlos con energía, decisión y espíritu patriótico, para disminuir el impacto que tendrán los pagos a realizarse frente a la delicada situación económica que experimentamos al momento.
Los términos en que debe hacerse la renegociación serán: disminución de la tasa de interés pactada para colocarla en los términos similares que exige tanto el Banco Mundial, como el BID, y de esta manera, aliviar el peso de la deuda, ya que los intereses que estamos pagando se acercan peligrosamente a los de usura.
Deberán reconsiderarse los plazos, extendiéndolos importantemente e incluyendo además un periodo de gracia que nos ayude a oxigenar la economía y a planificar con mayor tranquilidad los egresos.
No quisiéramos pensar que la tardanza en la renegociación estuviese vinculada con algún juego de precios respecto al barril del petróleo, que se hubiese instrumentado para beneficio de acreedores y deudores.
Estamos viviendo momentos críticos ante la presencia de los 300 barcos pesqueros que integran la flota china que está haciendo labores de pesca en las cercanías de las islas Galápagos. Los chinos no solo nos están castigando financieramente con las tasas y plazos de los préstamos, sino que han instalado un aparataje tecnológico para succionar inmisericordemente nuestras riquezas ictiológicas, privándonos de los recursos del mar que nos pertenecen; bien podría el señor presidente de la República decir: La flota china tiene 72 horas para retirarse de la vecindad de nuestro archipiélago; de no hacerlo, no pagaré la deuda contraída con dicho país. ¿Qué les parece?
Rectificación: En el último párrafo de mi editorial Siguen cayendo, por un error de transcripción debió decir “potencial amoral, convicto y confeso…”.
Y sigo andando…