“Las renuncias son una oportunidad para colocar a gente mejor”
uno elige colaboradores, lo hace con la intención de que contribuyan con sus conocimientos y con sus ideas. Las personas que manejan la producción de sus mentes de manera positiva y contributiva son aquellas que por formación y educación, alimentaron su intelecto de manera positiva, abierta, con tendencia al análisis, al razonamiento. No manejan esa producción mental quienes estacionan sus mentes en ideas fijas: los dogmáticos, los fanáticos. Esos no merecen ser colaboradores de nadie.
A lo largo de 10 años, se ha evidenciado la participación en política de personas que creen que es un mérito el ser dogmático, fanático, sumiso. Y lo peor es que hay personas que lideran ciertos movimientos, que prácticamente exigen estas actitudes como si fueran méritos.
Desde siempre he considerado que las ideas son dinámicas, que la razón obliga a modificarlas cuando es necesario, que las circunstancias hacen que sea necesario la adaptación de ideas. Una mentalidad estancada en ideas, propias o ajenas, es nada más y nada menos que la negación de la humanidad, del humanismo. Es peor cuando ese estancamiento es en ideas ajenas.
Las renuncias que se producen en un gobierno, cuando son presentadas por personas dogmáticas, fanáticas, no son una pérdida, son la oportunidad para colocar en su lugar personas que estén dispuestas a ejercitar su mente. Los otros que vayan a sus reductos a rendir culto a la incapacidad.
Ing. José M. Jalil Haas