El profesor la violó dentro del aula como ‘castigo’
Una niña fue víctima de acoso y abuso sexual en un plantel educativo La Policía investiga 20 casos en contra de educadores registrados en Tungurahua
Sus manos tiemblan y su voz se apaga solo al recordar el relato desgarrador que le hizo su única hija, de apenas 12 años, y a quien concibió cuando tenía 16.
Luego de un profundo respiro, ‘Nadia’ relata que hace quince días se enteró de que su pequeña fue violada por tres ocasiones dentro del plantel educativo donde estudia, en el cantón Píllaro. ¿Su agresor?, el profesor de séptimo de básica.
La joven madre decidió revelar el hecho porque quiere que se haga justicia y que se descubran los otros casos. Asegura que su niña no fue la única víctima. “Los padres no denuncian quizás por miedo, vergüenza” o impotencia. ocurren a nivel mundial, solo el 15 % fue denunciado y apenas el 5,3 % fue sancionado.
En Tungurahua se investigan veinte casos de abuso sexual, registrados en planteles educativos. De estos, cinco están en proceso de investigación, en ocho se ha suspendido al docente y apenas siete tienen prisión.
Todos los casos se han registrado en los distritos de Ambato, Cevallos, Quero y Píllaro.
El mayor Luis Zurita, jefe del Distrito Píllaro, confirmó que el último caso es el de la menor de 12 años. La Dinapen investiga dos casos más de abuso sexual, ocurrido en planteles educativos en menos de tres años. En total, serían cinco niños afectados en esa zona.
El pasado lunes, la fiscal Lorena Cárdenas formuló cargos en contra del último profesor, quien está con orden de prisión. El docente podría enfrentar hasta 22 años de cárcel.
La directora Zonal de Educación, Carolina Báez, expresó que trabajan de cerca con todas las unidades distritales. En donde se identifique que existe algún tipo de maltrato, abuso sexual o violencia, las autoridades están en la obligación de iniciar procesos dentro del Ministerio de Educación a través de sumarios administrativos, pero también mediante la Fiscalía.
‘Nadia’ está en el cuarto mes de gestación a la espera de su segundo hijo: “¡será varón”!, dice, como tratando de apaciguar el dolor que le transmitió su niña. La familia del profesor se acercó a ella “para arreglar”, pero, ¿qué se puede arreglar?, se pregunta. El daño ya está hecho y “él debe ser castigado”.