Obligación de optar
Es evidente que el Ecuador está en proceso de gestación de profundos cambios en su matriz (útero) política, fecundada por actores de nuevas generaciones.
Entre otros síntomas de esos cambios se pueden señalar las cada vez más conocidas negativas a la clásica división de las ideologías políticas ubicándolas como de izquierda o de derecha.
Saben los lectores que esa clasificación deriva de los acalorados debates de la Asamblea francesa de los días de la Revolución, en donde los moderados se sentaban a la derecha y los radicales se sentaban a la izquierda.
Volviendo a la Francia de hoy, muchos de los que llaman obsoleto eso de clasificar las ideologías como de derecha o de izquierda proclaman el maravilloso resultado del rescate del centro político hecho por Macron.
¿Cómo puede existir el centro, pregunto yo, si no hay ni derecha ni izquierda?
Por otra parte, insistiendo con ejemplos para robustecer mi punto de vista que sigue creyendo que hay derecha e izquierda políticas, recientemente han visitado el Ecuador distinguidos intelectuales chilenos que eran de izquierda marxista y ahora han vuelto al cauce democrático.
A mi modo de ver, el querer desaparecer la existencia de posiciones de izquierda o de derecha sigue siendo muestra de un afán totalitario porque solo exista una posición a la que se considera la verdadera. Entonces, mirando desde el centro pienso que ese debate además resulta inútil en el Ecuador de este momento, donde la crisis obliga a un esfuerzo de unidad que en otras circunstancias habría resultado inadmisible.
Hoy, sumidos en crisis de todo
¿Cómo puede existir el centro, pregunto yo, si no hay ni derecha ni izquierda?’.