APOYO Y RECHAZO
contrar una solución junto a las autoridades municipales.
Por eso el jueves harán una marcha que partirá desde el baipás Quevedo-Quito hasta el Municipio, donde pedirán una cita con el alcalde, a fin de que se instale una mesa de diálogo. “Si no logramos una solución, el martes estaremos en las calles, porque necesitamos trabajar”, sentenció Ortiz.
Su amenaza es contundente. Si no hay diálogo, precisó, no les queda más opción que “llevar el sexo a las calles”, pues no cuentan con lugares adecuados donde ofrecer sus servicios.
Las residencias y hoteles serán los lugares a donde acudirán, manifestó, pero si estos no
En las calles de la ciudad las opiniones son divididas. Unos apoyan a la Municipalidad en la reubicación de estos locales fuera del perímetro urbano, mientras que otros creen que peor es que las prostitutas salgan a las calles y dañen la imagen de la urbe y atenten contra la inocencia de los menores. les abren las puertas ellas buscarán la forma de concretar el acto sexual con sus clientes. Al punto que no descarta que ocu- rra en plena calle, como ya pasó en Quito hace un tiempo.
Esa sería una de las opciones de las aproximadamente 600 mujeres que laboran en los centros de tolerancia de la provincia que han sido cerrados. Mientras que otras optarán por irse a provincias aledañas o acudir a aquellos burdeles que aún están abiertos en la zona rural de la provincia tsáchila.
Paulina Rueda, dirigente del Foro de Mujeres de Santo Domingo, manifestó que están respaldando a estas mujeres y su derecho al trabajo. Agregó que al verse obligadas a trabajar en la calle, están expuestas a peligros permanentes, como delincuencia y delitos sexuales.