Hay un perjuicio al fisco de $ 140 millones por el aguardiente informal
Los productores locales de licores apoyan el uso de la etiqueta fiscal
Hay dos posturas frente al uso de la etiqueta fiscal, los que dicen que ya se deben hacer los controles para los que no la tienen y los que manifiestan que las autoridades deben dar más tiempo.
Gustavo Landiven, presidente de la Asociación de Industriales Licoreros del Ecuador (Adile), dijo a Diario EXPRESO que los empresarios formales pusieron la etiqueta fiscal en los licores desde marzo de este año. Por lo tanto apoyan que empiecen los controles, ya que hay un perjuicio entre 130 y 140 millones de dólares solo por la venta de aguardiente informal. Agregó que se estima una reducción en el cobro del Impuesto de Consumo Especiales a licores de unos 35 millones de dólares.
Enfatizó que no se puede creer que el consumo ha bajado, por lo tanto la caída en la recaudación es por la venta informal y por el contrabando.
Pero, por otro lado, la Federación Nacional de Distribuidores y Expendedores de Bebidas Alcohólicas solicitó al Servicio de Rentas Internas (SRI) que se extienda el plazo para los que todavía no han puesto la etiqueta fiscal, hasta el 31 de diciembre de este año. El temor es que se incaute el producto que llegó al país antes de que entre en vigencia el etiquetado fiscal. A decir de la Federación, ese licor es formal y cuenta con las correspondientes facturas.
Sin embargo, el director del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador, Mauro Andino, ha manifestado a la prensa que ampliará el plazo, porque ya lo hizo por tres veces. Por lo tanto, en este mes empezarán los controles para asegurar que los licores tengan la etiqueta fiscal, ya que no se ha justificado la razón para dar una nueva prórroga para que el vino, brandy, coñac, pisco y aguardientes importados tengan la etiqueta fiscal en la tapa de la botella.