“El diálogo es el camino correcto para una mejor convivencia”
es posible que los seres humanos hayan descubierto el átomo y conquistado el espacio, sin embargo muchos de ellos no se sienten libres de los estados de ánimo negativos y pesimistas. Una gran mayoría de personas consideramos que el diálogo franco y directo es el camino correcto para llegar a establecer relaciones de convivencia normales y satisfactorias en la sociedad, pero parece que a medida que pasa el tiempo los niveles de estrés emocional se van elevando cada día, la doble vida o doble moral se han convertido en la forma de conducta de ciertos ciudadanos que habiendo llegado al poder no tienen la menor idea de que hay que aprender a dialogar para entender el rol que deben cumplir en su aventura política.
El complejo de inferioridad, el no saber escuchar, la falta de conocimiento y seriedad ante sus propias propuestas contradicen su nivel de capacidad para desarrollar un proyecto de cambio o de cómo mejorar la vida de la gente; en la actualidad la manera de ser y actuar de un político confunde lo que quiere sostener con palabras y frases repetidas evidenciando un desdoblamiento psicológico de su personalidad.
La doble moral, la falta de ética y el doble discurso funciona en un equipo de adulones que anteponen los intereses personales y de grupo en el complejo camino de la corrupción donde se ofrece dar la vida por la lealtad al “compañero” pero sin ninguna prueba de descargo y con mucha audacia.
Dr. Rodrigo Contero Peñafiel