Guayaquil: su feria del libro
EDITORIAL
Ayer se inició la Feria Internacional del Libro de la ciudad. No es solo un evento para obsesivos lectores y bibliófilos. Tampoco para estimular a los jóvenes para que salgan del confort del celular, el chateo y revivan con la lectura. Esta feria reproduce a nivel amplio relaciones y vínculos con el libro de ciencia, poesía, ensayo, filosofía, historia, etc.
Su realización anual evidencia que Guayaquil no es únicamente el lugar preferencial de los negocios y del comercio. El evento prueba que aquí hay interés y positiva valoración de lo que aportan, contienen, difunden, circulan y enriquecen a la humanidad los libros y la lectura.
Es importante el esfuerzo que realizan los organizadores al traer intelectuales, pensadores, hom- bres y mujeres de cultura y letras, que en conferencias y paneles expondrán sus ideas y creaciones. Asimismo, es positivo que el actual evento esté organizado en relación a la revalorización del libro, la lectura y todo lo que desde el intelecto se pueda descubrir, hacer, proyectar e imaginar.
La realización de esta feria merece reconocimiento y felicitaciones. No solo porque permite que a los lectores lleguen las últimas novedades de las principales editoriales de Latinoamérica y del mundo. También porque en medio del proceso de crisis económica y política que vive el país crea un espacio sociocultural para reapropiarse de la cultura y la riqueza que vienen con los libros y la lectura.
Razón tenía Jorge Luis Borges cuando dijo que: “De todos los instrumentos del hombre, el más
...es positivo que el actual evento esté organizado en relación a la revalorización del libro, la lectura y todo lo que desde el intelecto se pueda descubrir, hacer, proyectar e imaginar’.