Con ‘fichas’ se busca bajar delitos callejeros
La Policía intenta registrar a quienes hacen actividades aprovechando luz de semáforos
Por algo “tan insignificante”, ‘Marcela’ por poco termina con la cara cortada o pierde la vida en manos de un desconocido, quien la atacó con un pico de botella para que afloje su celular.
La inmediata reacción de quienes transitaban por la concurrida avenida Víctor Emilio Estrada de Urdesa, en el norte de Guayaquil, impidió que se consumiera el delito y que el pillo huyera, la mañana de ayer.
Escenas como esas, ya sea con algún tipo de armas (de fuego o cortopunzantes) ocurren a diario en la Perla del Pacífico, donde el robo a personas aporta en un 32 % en los delitos cometidos a nivel nacional.
Cada mes, las 9 Fiscalías de Patrimonio Ciudadano en Guayaquil receptan un promedio de 386 denuncias, solo por robo a personas.
Durante el seminario ‘ La Fiscalía General del Estado y la Prensa’, el fiscal Francisco Campos reveló que solo en su despacho se investigan más de 300 noticias críminis, de hechos no flagrantes que se han presentado entre enero y julio del presente año.
Más del 60 % de los eventos Laaltaconfluenciay aglomeraciónde personasyde establecimientoshacenque eldelitosefacilite... son cometidos por delincuentes a bordo de motos, que persiguen especialmente el ‘objeto caliente’: el celular. Se sitúa en un 60 a 65 por ciento de los artefactos sustraídos. Le siguen las computadoras portátiles, joyas y dinero en efectivo.
Lo lamentable es que, de la cifra global de las denuncias, el 70 % se va al archivo por falta de colaboración de la víctima.
Si bien, el Comando de la Zona 8 de la Policía Nacional asegura que los siete delitos de impacto -entre ellos el robo a personas- se ha reducido, en algunos sectores de la ciudad no deja de ser preocupante el índice delictivo que experimentan.
En sectores como la Alborada y Guayacanes (en el norte de la urbe porteña), los robos y asaltos a personas son el pan de cada día, especialmente, en la espera del cambio de luz del semáforo, donde los conductores figuradamente están con el ‘corazón en la boca’.
La situación, según el coronel Pablo Ramírez, subdirector nacional de la Subdirección de Investigación de Delitos Contra la Propiedad Brigada Anticriminal (Sidprobac), ha hecho que se reoriente la operatividad de inteligencia policial, con el objetivo de desarticular organizaciones delictivas en esos sectores.
Con una participación integral de la Policía preventiva, investigativa y de inteligencia, expone que se han ejecutado estrategias para disminuir los delitos y aumentar la percepción de seguridad en la ciudadanía.
Entre ellas, el registro de los llamados ‘vigilantes seguros’. Vendedores informales y cuidadores de carros, quienes son fácilmente reconocidos por la utilización de un chaleco entregado por la entidad.
¿Pero qué pasa con quienes realizan otras actividades temporales y entre los cuales se colan delincuentes?
Según Ramírez, la policía preventiva está ejecutando en su respectivo sector de responsabilidad un registro (a manera de ficha) de esa persona.
Un control que también podría ser competencia del Municipio, por el uso de suelo que algunos ejercen.
“En el ámbito de la represión del delito o postdelito, estamos levantando información”, señala el oficial, por lo que considera importante la denuncia ciudadana. “De ahí nos nutrimos, aquella identificación o descripción de las personas que ejecutan (delito) e inclusive los medios que utilizan: motocicletas con placas, señales particulares, de tatuajes, vehículos”, agrega.
Las estrategias implementadas, añade el oficial, ha permitido la detención de 696 personas en la Zona 8 (comprende Guayaquil, Durán y Samborondón). Además de la incautación de 63 armas de fuego y 25 armas blancas (cuchillos), entre ellas, 41 artesanales y 22 industriales.
De los detenidos, señala que 390 han quedado con prisión preventiva, 175 con medidas cautelares, mientras 43 han quedado libres y otros han llegado a conciliación. Un 67 % (463 personas) ha sido sentenciada.
Ramírez resalta que entre los operativos ejecutados en Guayaquil, precisamente para desarticular bandas dedicadas al robo a personas, está el denominado ‘Alcón’.
A lo largo del sistema de transporte Metrovía, agentes de la Sidprobac levantaron información que -en dos meses- les permitió detener a 58 personas en las paradas y alimentadores. Además de la recuperación de 60 celulares, laptops y dinero.