A Espinosa se le cayó el show
El presidente de la Comisión de Educación quiso montar un careo entre el gerente y el exgerente de Yachay El gerente, Jorge Martínez, no se presentó
a verdad es que en la Asamblea tenemos mejor tecnología”. Lo dijo Augusto Espinosa, medio en broma, medio en serio, al constatar la precariedad y el mal equipamiento de la sala de sesiones de Yachay donde se reunió ayer la Comisión de Educación de la Asamblea, que él preside. Más tarde tuitearía un elogio a la “tecnología de punta” que encontró en su visita: prueba de que nada de lo que viera “en territorio”, como dice la jerga correísta, le haría cambiar de opinión sobre la excelencia del trabajo realizado en la pomposamente llamada Ciudad del Conocimiento. te Rodríguez y Héctor Perugachi, ingeniero responsable del consorcio ConEcuakor (EcuadorCorea) que debía construir los cinco edificios inconclusos por fallas estructurales y cuyo contrato, por decisión de la nueva gerencia, será suspendido unilateralmente. Ambos dijeron exactamente lo que Espinosa viene repitiendo desde el miércoles: el problema es falta de liquidez. Y que, con los contratos complementarios correspondientes y unos 30 millones adicionales, podrían terminar la obra (cuyo avance es del 97 %) en 15 meses.
A Espinosa le convenció este razonamiento. Hizo votos para que no se suspenda el contrato con los constructores y seguramente encontró muy satisfactoria la explicación del exgerente: la culpa de todo la tiene “la tormenta perfecta que vivió la economía ecuatoriana”.
“Siempre estaré cien por ciento disponible -dijo Rodríguez para marcar la diferencia con su sucesor-, incluso arriesgando mi integridad personal, gracias a las amenazas de que he sido objeto por parte de los directivos de Yachay EP, porque no quieren que se sepan ciertas cosas”.
¿Qué cosas son esas? “Por ejemplo, que esta obra ya fue revisada por la Contraloría y se han cumplido todas las observaciones”. Conclusión: todo está bien en Yachay y el nuevo gerente debe ser fiscalizado. Entre su informe y el de su predecesor en el cargo, Espinosa parece haber elegido ya a quién creerle: a Carlos Pólit.